Un mal que les toca, tarde o temprano a todos los que desempeñan su trabajo frente a una pantalla, son los dolores en la espalda, en el cuello, piernas, brazos, y hasta oculares. Estos se deben principalmente a la postura en la que nos colocamos durante las horas de trabajo. No son considerados una enfermedad profesional. Y, normalmente, son sólo transitorios. Sin embargo, es bien sabido que son causa de un gran porcentaje de baja laboral y de reducción en el rendimiento. Para evitar estos dolores y alteraciones en músculos, tendones, articulaciones, nervios y visuales, debemos seguir unas mínimas normas de ergonomía que nos ayudarán a prevenirlos/as.
Para nosotros será importante, que tanto nosotros como a aquellas personas que tengamos a nuestro cargo (principalmente hijos), desarrollen estos hábitos y los entrenemos para sentarnos correctamente, para usar los elementos de la computadora de forma correcta y para que hagamos pausas en el trabajo con alguna frecuencia.