La vista es sin duda lo que más sufre, cuando trabajamos frente al ordenador. Para evitar tener que recurrir a gafas correctoras podemos seguir una serie de pequeños consejos que agradeceremos dentro de unos años.
Utilizar filtros de pantalla antirradiación y anti-reflejo en los viejos monitores de tubo de imagen.
Hacer pausas breves casa 30 minutos enfocando la vista en objetos más lejanos durante unos segundos.
Mantener los ojos mojados intensificando el parpadeo o con el uso de gotas oculares (lágrimas) para evitar que el ojo se seque.
Colocar el monitor a una distancia mínima de 40 cm y por debajo de la línea de los ojos. Cuando nuestro sistema visual enfoca de cerca, lo hace con más eficiencia y comodidad cuando la mirada se dirige hacia abajo.
Ajustar la resolución para poder leer sin esfuerzo a esa distancia.
Bajar el nivel de contraste desde el menú del monitor disminuye drásticamente la emisión de rayos nocivos sobre nuestra vista.
La luminosidad ambiente debe ser mayor que la de la pantalla, se aconseja que la luz del ambiente sea sólo tres veces mayor que la de la pantalla.